6/21/2009

Foto Flogger: ¿de Estudio-posada o Documental-periodística-instantánea?

Estaba Alberto “Carpo” Cortés charlando con sus lectores de Medios I cuando alguien lo interrumpió: una intelectual flogger que llegaba tarde (se había detenido demasiado tiempo ante su reflejo en la ventana de un auto para arreglarse en pelo).

- Perdón, perdón, siga por favor ¿De qué estaban hablando?

- Nombramos tres hechos que hacen a la caracterización del acto fotográfico: la reproducción de un hecho-objeto-situación a partir de la selección de un espacio (objetivo),…

- Selección de un objetivo, mmm… en nuestro caso (el caso de los floggers) siempre es el mismo: Yo. No hay mucha más elección al respecto.

- …de un tiempo o instante (obturador),…

- Y es que tampoco hay tan claramente en nuestro caso UN instante: los instantes a fotografiar son, a groso modo, todos. Se ponen en juego más decisiones al momento de escoger cuál foto publicar, que cuál foto tomar.

- …y desde un determinado punto de vista (perspectiva).

- Como en nuestro caso el fotógrafo y el fotografiado tienden a ser una misma persona los puntos de vista son acotados: el objetivo está generalmente a distancias chicas (menores a la extensión máxima del propio brazo, en cuyo extremo estará la cámara).A partir de esta obstrucción (distancia máxima: la extensión de mi brazo) se empezaron a desarrollar ciertos artilugios para hacer entrar dentro de cuadro más que el busto de una sola persona: fotos en picado (extendiendo el brazo hacia arriba) que nos tomen, de desearlo, de pies a cabeza; fotos frente al espejo de un baño, etc. Pero perdón, siga

- Tenemos dos universos que son el de la fotografía “de estudio” o “posada”, y el de la fotografía “instantánea” o “documental-periodística” (action picture).

- Disculpe mi insolencia, pero me parece un poco simplista esta división. Tenemos casos ambiguos: ¿en dónde encasillaría a una fotografía con fines periodísticos que documente un acto político diseñado para su futura aparición en TV y en esa o cualquier otra posible foto? ¿Y la foto flogger? ¿no responde a ambos modelos? ¿puede ser considerada realmente foto “instantánea”?

- Lo importante de una fotografía “instantánea” es captar el “instante importante”.

- Es que, si bien el acto de obturar aparece espontáneamente (y no como un lento cálculo, como en la foto “de estudio”), no existe exactamente ese “instante importante”, Carpo. No es el instante lo más importante: las condiciones de ese instante se alterarán inmediatamente ante la presencia de la cámara, ya que los modelos tomarán ciertas poses más temporalmente universales: menos específicas a ese instante, más reaparecibles intencionalmente en cualquier otra foto.

- Podemos decir que con la consumación de la instantaneidad se comienza a educar al lector en una nueva caligrafía fotográfica que incorpora la deficiencia técnica como elemento connotante de la imagen.

- Sí, concuerdo. Malos retoques de PhotoShop o Paint, por ejemplo, que evidencian que la postproducción de la imagen ha sido llevada a cabo por el mismo flogger (un amateur) y así contribuyen de algún modo a personalizar el espacio en que la imagen es expuesta. Por eso no sólo se toleran esos “errores”, sino que a veces hasta se hace énfasis en ellos.

- En cambio, en una foto de estudio…

- No, espere, espere, no terminé. Tengo más que decir sobre el por qué de la aparición del “error” fotográfico hoy en día (no es que sea nuevo, sino que sus por-qués van cambiando). Con cámaras fotográficas cada vez más baratas hay superpoblación de cámaras, con superpoblación de cámaras la hay de usuarios de las mismas (de todo tipo), y con el casi nulo gasto que acarrea la fotografía digital hay superpoblación de malos fotógrafos (ya nadie les impide disparar) , en consecuencia, de malas fotos, y como la distribución vía Internet se vuelve también fácil y gratuita, hay superpoblación de esas malas fotos en espacio público, visible por todos (todo esto no es característico sólo del flogger, sino de nuestro tiempo: en este mundo de la imagen accesible a todos termina prevaleciendo la cantidad antes que la calidad, y cada foto termina siendo una en un millón: pierde valor específico y capacidad de condensar toda una cosmovisión, termina valiendo como fragmento y como parte del todo, dando un pantallazo más acotado del mundo). Cualquiera puede sacar fotografías hoy, ya no sólo alguien con conocimientos específicos sobre el tema (la interfase de una cámara digital y la de cualquier otro dispositivo electrónico es muy similar). Esto se ve en nosotros, los floggers, se ve lo amateur de casi todas nuestras fotos y de los retoques digitales que les aplicamos. Pero estas deficiencias, como dije, no estorban: lo importante es reflejar el modo de ser del flogger (de ese flogger, pero también de todo flogger, ya que ser flogger no es otra cosa que una toma de posición para definirnos como individuos por oposición al resto). Este “modo de ser” incluye cualquier característica propia, o debería, y por lo tanto también cualquier falta de profesionalismo (en el habla, en la escritura, en la edición de imágenes, etc.), cualquier desfachatez. Es natural: en una moda-tribu urbana cuyos representantes nunca superan los 18 años la ausencia de profesionales es aún total. Lo importante en nuestras fotos (en todo nuestro accionar relativo a fotolog.com), además de esa cosa Romántica de reflejar el propio Ser, es simplemente Estar Ahí. Es importante marcar presencia en el mundo más allá del espacio privado (aún en los casos en que sólo nos visiten amigos nuestros: en la foto, en sus firmas, en los links en que figuremos, queda constancia de que Somos, por suerte). ¿Recuerdan aquella vieja teoría de los Idealistas (que llegó hasta nosotros primero a través de Lisa Simpson)? Aquella que decía que si un árbol cae y no hay nadie allí para percibirlo, simplemente no ha caído, no ha habido árbol en ausencia de espectador, (pues, como le gustaba pensar a Macedonio Fernández, el árbol es sólo su huella sensible en alguna psiquis, sin esencia más allá de ella). Bueno, hoy en día podemos decir que ese árbol tampoco existe o cae si sólo uno lo ve: debe filmarlo o fotografiarlo y colgarlo en Youtube, Fotolog, Facebook o el noticiero y recién ahí, quizás, el mundo le conceda existencia. En ausencia de una cámara y una audiencia masiva no somos nada. Pero bueno, siga, por favor, le prometo que no lo interrumpo más.

- En cambio, en una foto de estudio, o al menos no de acción, las reglas de diseño de una foto sí están más ligadas a las cuestiones de equilibrio (o desequilibrio) formal y de tratamiento de colores,…

- Tampoco es tan así.

- …ya que el lector “sabe” que el instante importante no es de la acción frente a la cámara, sino el de la decisión de obturar del fotógrafo. Sin duda, hay un tiempo de iluminación, elección de lentes, construcción de la perspectiva, etc., y ese “tiempo del fotógrafo” no debería nunca implicar un error técnico (salvo por cuestiones estéticas). Es el tiempo necesario para construir un instante.

- No, tampoco. Hay un tiempo de preparación, pero no de la foto sino del fotografiado. El acto de obturación suele mantener su carácter espontáneo, pero el fotografiado generalmente ha sabido de la potencial existencia de esa foto y se ha preparado para tal evento. La escena, hasta cierto punto, es artificial, ha sido diseñada. Esto emparenta a la foto flogger con la fotografía de estudio. Hay dos preparaciones que afectan sustancialmente a la foto y que no permiten considerarla tampoco como documento de un instante: 1- La elaboración del aspecto del flogger (ropa, peinado, maquillaje) que fue realizada con antelación previendo cualquier foto; 2- La elección (a medias instantánea, a medias prediseñada, nunca “natural”) de una pose, que sólo es tomada por el flogger ante la inminencia indiscutida de una foto en específico. Se toma una pose puntualmente para la fotografía, de modo que muy rara vez se llega a documentar un suceso que hubiese sucedido si la cámara no hubiese estado allí (estos sucesos aparece sólo de modo periférico, como parte del fondo, entre personas que no se han percatado de que están siendo fotografiadas). La situación general y el ambiente pueden (o no, ya que también organizamos sesiones de fotos donde, ahí sí, todo elemento es medido y se puede hablar de foto “de estudio”) ser “accidentales”, pero lo demás (pose, principalmente, look, en menor medida) existe casi exclusivamente para la foto. A veces la pose se reduce a una mueca que da un toquecito de “personalidad personal” y/o “personalidad flogger” (algunas expresiones se han ido estandarizando y pueden verlas en casi todo fotolog, como la boca en forma de “piquito”). Nosotros estudiamos previamente cómo salimos mejor en las fotos, cuál es nuestro mejor perfil, qué expresiones faciales combinan mejor con nuestros aritos o peinados, qué poses tienen más levante, etc. Y ante la presencia de una cámara adoptamos alguna de estas poses preconfiguradas. Es sólo otro modo más de manifestarnos exteriormente (así como las mochilas, el auto o la vestimenta para casi cualquier otro), o de seguir convenciones culturales (como la que “dice” que en una foto grupal de cumpleaños debemos sonreír a cámara; por ponerle un ejemplo más entendible por usted, señor Cortés).

- Cuanto más sugerida esté la existencia de un espacio en off (nuestro infinito mazo), mayores van a ser las interpretaciones secundarias que el lector tenderá a hacer de la imagen que…

- Nosotros no solemos tomar mucho en cuenta al espacio en off. En una foto flogger lo que ves es lo que hay, lo demás no posee más relevancia. No tienen peso nada más allá de lo visto a simple vista, ni en el espacio en off ni en simbolismos; no hay elementos ni relaciones de elementos que traten de significar algo más que ellos mismos (a diferencia de, por ejemplo, buena parte de la Pintura o de la fotografía social). El valor de nuestras fotos simplemente radica en colocar allí al fotografiado, y no en colocar a este en función de un mensaje más. Lo representado es sólo signo de sí mismo. Esto es lo que importa de la foto, de la firma, del fotolog: hacernos presentes ante otros, mostrar que estamos, que somos. Se me ocurre que es un camino no muy distinto del recorrido por el arte durante el siglo pasado (y un poco antes, y un poco aún hoy): pasando de representar otra cosa externa a la obra (pensemos en cualquier pintor expresionista o previo a ese movimiento, o en la pipa de Magritte que abre camino al próximo grupo) a simplemente señalarla (pensemos en el arte-objeto, el arte conceptual, Duchamp y sus Ready-mades, el tiburón en formol de Hirst) o a señalarse a sí mismo como objeto puro (pensemos en la escultura minimalista de los 70’s, sin simulacro, sin referencia alguna a nada más que ella como objetivo participante de la realidad, al menos en teoría).

- Cada medio tiene un estilo y cada estilo tiene sus fotos.

- ¡Al fin empezamos a entendernos! A eso me refería: ¡no podemos reducir todo a foto posada vs. foto instantánea!

- No hay medios ingenuos, todos tienen una intención en función de la cual son diseñados, y las fotos no escapan a esa regla.

- Sisi. Nosotros dos poniéndonos de acuerdo, creo que es un buen cierre, ¡te agrego a effes! Muá!

3 comentarios:

  1. KE SE ETU :S , osIa SI LOS FLOJJERS SUN UWONA MERDA-. ;)ACHUANTE LIS COMBIERIS CUMO YIO.

    Y NI FOE WAL CULEJIO Y SA ESCHIBRIR,
    NI HAZE FOLTU ER aL cule

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  2. Neeeeegraaa dell ortoo ;) aprende a escribir :P
    cumbiera chota SOMOS BIEM FLOGGGERS , y qe te chupee un choto si no te gusta,

    ni fuistes al coleegio escribis para el pulo
    qe carajo es ''foltu'' -.

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  3. todos los flogger son una mierdaaaaaaaa +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ la tal cumvio negra del bajo a parte tdos los flogger son gay o lesviana... aguanten los cumvieros de una y vos anonimo sos un gato te rre cave gato de mierdaaaaaaaaaaaaaaa

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