6/14/2009

Ella, Cumbio


La siguiente etapa del proceso creativo consistió en empezar a juntar información sobre el tema, para profundizar un poco. Se nos ocurrió la insana idea de leer el libro (supuestamente) escrito por "la flogger más famosa". A continuación, varias citas curiosas y algunas conclusiones apresuradas:


· “Una cosa es que yo lo publique para la gente que me sigue a mí” Su mensaje de algún modo no es abierto a quien lo agarre por más que figure en un medio de acceso público, sino dirigido (aunque a un número indefinido de personas, en buena parte desconocidas, pero en líneas generales clasificables como floggers).


· Hablando de su bisexualidad el fotolog me ayudó mucho con todo este tema, y me dio más seguridad. Hoy mucha gente gusta de mí y dice que me desea (…)¡no me imaginaba que pudiera llegar a tener 200 chicas que gustaran de mí (…) igual ya no tiene sentido esto porque…”


· Dice que le gustaría agregar a F/Fs a todos los que la tienen, pero son miles. “No se enojen”: hay un deber en agregar a los que te agregan, es lo esperado, una convención, un código, no la expresión de algún genuino sentimiento más allá de la acción misma de effear.


· “Agregame y te agrego en reverse” “sumás a alguien porque él ya lo hizo: una opción que a mí me parece re justa”. Lo que para esta tribu suena lógico, en otra (rollinga, por ejemplo) sería tildado de “careta”.


· Hablando de los miembros con cuenta Gold: “mucha gente los ve como si fueran una casta superior”.


· “Hay gente que se pone a llorar cuando me ve.”


· “creo que muy poca gente debe guardar mis autógrafos. Para mí valen más por la emoción del momento, después se tiran” ¿Reflejará esto el valor que ellos le dan a las firmas del flog?: banales, no valen por su contenido ni persiguen un fin específico más allá de sí mismas, sólo buscan hacer presencia (a modo de graffiti) o generar una respuesta que tampoco importará por su contenido, sino por su existencia.


· “me paro en un rincón y todos van a donde estoy a sacarse fotos conmigo (…) a mí me encanta eso”.


· Dice que dicen que los floggers son frívolos: no lo cree así. “si lo fuéramos y todo pasara por la estética, yo no sería la flogger más famosa” “estoy presentando a mi persona: la ropa es lo de menos.”


· Tres tipos de anteojos “se usan”. “yo, por suerte, tengo un par de cada uno”.


· Hace continua referencia a modas en referencia a absolutamente todo (formas de hablar, de escribir, prendas, etc.) diciendo qué modas “ya fueron” y prediciendo cuáles, a su juicio, serán las que vengan.


· Habla de cómo, en cuestión de meses, una moda pasa de moda. Dice pensar horrorizada ante fotos algunos meses viejas cosas como: “¿Por qué me saqué una foto con eso puesto y esa cara?”, hasta las expresiones faciales son cuestión de modas.


· “¿Y qué se va a usar el año que viene? Fíjense en Internet, ahí es donde nos inspiramos nosotros”.


· “a mí y a mis amigos nos peina la peluquería Rooms, a donde vamos cada 15 días. Vamos todos y nos sacamos fotos mientras nos peinan”: la foto como La Vida, comparable con el turista moderno, que tan preocupado está por dejar registro constante de lo “vivido”, que realmente no lo vive. Cuestión cultural general, no específica a los floggers, sino más relativa a la capacidad de las cámaras digitales de fotografiar casi sin límites, casi sin costo.


· “Ahora, cuando voy a un lugar en el que sé que me van a sacar fotos, trato de combinar el arito del labio con el de la lengua, con del color de pelo, con la remera que me pongo” la fotografía constante vuelve necesario vivir una puesta en escena, llevar siempre puesta la puesta.


· “Las fotos de /cumbio que más les gustan a la gente son las que estoy con cara de tierna. Antes ponía cara de seria en todas mis fotos. No me daba cuenta hasta que me lo hicieron notar (…) entonces cambié y me saqué fotos con cara de tierna. Y después hice otras con una sonrisa enorme y súper producida.” A ver… esto es genial: la expresión facial se convierte en un elemento más de diseño. No hay intensión de simular que la expresión es genuina-espontánea sino que su uso es más similar al de la vestimenta: uno conscientemente decide usarla o no, dependiendo de la situación y del resto de las prendas que se lleven puestas. Sigue: “Ahora estoy planeando una nueva cara. Que puede ser algo intermedio: con la lengua afuera, pero no tanto. Todavía tengo que buscarle la vuelta. Cuando esté lista sé que va a combinar con mis piercings y mi ropa: y es que todo hace al mismo estilo.” ¿Se vienen los cursos de Diseño de Expresiones Faciales?


· Hablando de ser o no conocida “no me interesa eso. Lo que busco es tener muchos amigos” ¿O Friends & Favourites?


· “Le doy duro (…) a Google (donde siempre busco qué es lo nuevo que se dice sobre Cumbio, y si no hay nada, paso a…” Sólo se es si se es para otro, si es posible, otros: millones: cuestiones de nuestro tiempo, no de los floggers.


· “Mi fotolog me demanda tiempo. Y me hizo conocida, así que no puedo abandonarlo ¿Le debe algo? ¿Fidelidad al flog? ¿Agradecimiento por hacerla conocida?


· Hablando de un trato que hizo con Clarín para llevarle visitas a fotolog.ciudad.com: “pero el trato no termina ahí: a mí me re sirve, además, porque ellos también me ayudan de otras maneras. Durante una semana entera hubo un banner en Clarín.com con mi cara. Y eso generaba que la gente entrara al sitio para verme No importa qué, no importa por qué: importa ser visto, ser percibido. Es el único modo de Ser hoy. Más masivo el “conocimiento” que de uno tengan los otros: más se siente Hecho (¿sido?) uno.


· Sólo en fotolog.com tiene 8 cuentas “¿Y para qué tantas? (…) me re sirven para expresar algunas cosas, mucha gente se entera de lo que quiero decir, y eso me gusta Lo importante no es la fama, pero sí la llegada. Que la conozcan y la visiten le Sirve (es decir: es el medio para algo más). Que la lean le Gusta (o sea, es el fin, con valor hedónico propio). Sigue “El fotolog tiene mucha llegada. Y para estar bien cerca, hice /flojers, un fotolog que tengo para mis fans. Cuando posteo ahí es algo re importante: lo hago para agradecer que me sigan o para avisar que voy a estar en un lugar.”


· Cuando no tiene tiempo para subir todas las fotos que quiera por día (6 en /cumbio), su amigo /davicoo la ayuda: “no le tengo que explicar nada: le mando un mensaje que dice “posteame” y él sabe lo que tiene que hacer.” Es como un deber el postear: el público espera cierta frecuencia.


· De fotolog.com reivindica la gran conexión con la gente que tiene, en compartación con, por ejemplo, Flickr: “ahí -por Flickr- lo que importa son las fotos en sí más que la comunidad”.


· Tenía un Facebook, le firmaban miles, no llegaba a contestar, lo cerró: “¿de qué me servía que me firmen si no iba a llegar a devolverle el saludo a todos? En Fotolog.com eso se puede controlar abriendo y cerrando el libro de visitas”. Otra vez la noción de utilidad y de deber mezcladas con estas cuestiones.

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